AVENTURAS DE UN HOMBRE AFORTUNADO

miércoles, 26 de septiembre de 2007

A Beleça a Traves da Ciencia.




















Existe un tipo en Maputo llamado Carlitos. Un metro y cincuenta centimetros de laca y trapiche. Un verdadero guru del cachondeo y un mago en los salones de belleza de la capital. Y es que Carlitos, es estilista. Pero no uno cualquiera, nuestro nuevo amigo es el peluquero mas reconocido del pais. "The Beauty Through Science". Ese es su eslogan.

Tiene dos salones de belleza, y tanto al "Carlitos International" de la zona alta como al de la "baixa", asisten las personalidades mas coquetas de maputo. Ricas o pobres, lo mismo da. Y es que la gente sabe que cuando Clinton vino a visitar el pais, Carlitos, fue su estilista privado. Peino y maquillo al mismisimo presidente de los USA; y eso, en el gremio de la peluqueria de barrio, se sabe, se aprecia.... y se cotiza.

A Carlitos le gusta pasearse durante la manhana por sus 2 locales, abarrotados de negritas pidiendo la vez mientras que unas 30 esbeltas diosas de ebano uniformadas manejan su largas tijeras a ritmo de Marrabenta. Zis! Zas! Zis Zas!. Mientras, Carlitos camina, saluda, gesticula y aconseja a su personal con exagerados aspavientos. Cuando un peinado ha terminado, se acerca, lo mira, se agacha, lo encuadra, y como el cocinero italiano que prueba su carbonara, se besa la punta de los dedos y maulla: "Beleeeeça!!".

Carlitos es unico. Y la gente le quiere.

Si tuvieramos que escoger a un personaje con el que rellenar cronicas rosas en las revistas del corazon mozambicanas, sin duda, seria Carlitos el elgido. Un Llongueras de metro y medio con rastas y perilla que habla como Louis Amstrong, se rie como Popeye y bebe como Masiel.

Pero lo que mas me gusta de Don Carlos de Souza da Silva es que no es maricon. Y como buen estilista, se pasa el dia rodeado de cantantes y modelos; y como buen amigo: las comparte. Asi que Jose y yo llevamos ya varios dias conociendo la vida cultural mozambicana; conciertos, exposiciones, teatros, bares...y entre uno y otro pasamos por su casa, nos engomina, nos mira, encuadra, sonrie y termina :"Beleeeeeça!!" y seguimos nuestra particular maratoniana carrera hacia la prensa del corazon maputiana.

El viernes vamos a la frontera con sudafrica a hacer un safari nocturno en busca de elefantes y leones, y el domingo, por fin cargamos el defender para poner rumbo a Tambuzi. Que ya es hora.

Pero ya se sabe: sin prisas.

Prometo foto y video de Carlitos.

Un beso para todos.

martes, 18 de septiembre de 2007

Primera parada: Maputo

Donhos do tempo.

Existe una maxima entre los que viajan por Africa que debe guardarse a buen recaudo si se quiere conservar en buena salud los nervios y la paciencia. " Nosotros tenemos reloj, pero ellos poseen el Tiempo". Ese fue el primer consejo que nos dieron Alberto y Pedro al llegar a Maputo, y sin duda, no iban mal encaminados. Aqui, todo lo que se pueda dejar de hacer manhana, se puede dejar de hacer tambien pasado. "Y si no te queda claro nada mas llegar, no hay problema, te lo haran saber. Pero sin prisas."

Llevamos ya 10 dias en Mozambique. Conociendo la ciudad. Sin prisas. Sus recovecos, su olor, sus colores...haciendonos poco a poco con la conduccion inglesa, saboreando el pollo al piri-piri y trasteando con el diccionario de las malas lenguas portuguesas de ultramar. Y tan contentos.

Seria dificil calcular los anhos que le quedan a Mozambique para parecerse a paises como Nicaragua o Guatemala. Pero aunque sean decenas de anhos los que la separan del desarrollo americano, lo que mas me gusta es que tambien es una cuestion de Estilo. Y aqui nadie gana.
Y puedo decir que el estilo mozambicano, mola. Y mucho.

Cuando la gente te saluda, lo hace de verdad. El acto puede durar horas. Te estrechan la mano, y lo primero que hacen al mirarte a los ojos es descojonarse de la risa. No es que sonrian como acto de educacion, no. Se descojonan. Una cascada de risa en muestra de que su dia esta yendo bien y te quieren hacer participe de ello. A continuacion te preguntan por ti, por tu familia por el trabajo, por el vecino...y a cada contestacion la carcajaada vuelve a coger fuerza para unirse con la siguiente respuesta que se intercala con las consiguientes preguntas y risotadas del interlocutor...asi una y otra vez hasta que las dos personas se despiden "ate logo" y se separan secandose el sudor de la frente despues del desternillante encuentro. Y asi, a cada esquina. A cada rato.

En este pais nadie tiene prisa de nada. Pero eso ya lo dije; y este findesemana por fin descubri el secreto de aquella maxima de la que hablaban Alberto y Pedro al llegar:
El viernes jose y yo fuimos a Punto D'Ouro a bucear, al sur del pais. A escasos 80 kilometros de la capital. Pues bien, subidos en una furgonetita Toyota 4x4 de 7 plazas, pusimos rumbo al sur con otras 18 personas (mas el conductor) y entre pinchazos, paradas, almuerzos, siestas y otras paradas que no encontre muy bien el sentido, tardamos 8 horas en llegar. Y teniendo en cuenta que ibamos a 90 kilometros por hora cuando estabamos en movimiento, no puedo llegar a entender como, en el nombre del mismisimo dios, tardamos 8 horas en llegar.

Al volver del viaje, lo primero que he hecho ha sido coger mi reloj, meterlo en una cajita, y esconderlo bien adentro en mi mochila. Por el bien de mi salud. Y porque creo que, efecivamente, no lo necesitare. Ellos son los duenhos del tiempo.

Gracias por vuestros comentarios.
Os quiero.
alvaro.